Antonio C. Abalde

EL PINTOR DE GALICIA

Antonio C. Abalde

Pintor de vocación, se preocupó por la pintura, de la que siente pasión. No es difícil encontrarlo garabateando o esbozando alguna idea que luego plasmará en lienzo. Habilidoso con las manos, hace que los pinceles bailen al son de la música clásica que escucha mientras lleva a cabo sus creaciones, y que hace que broten, originales y llamativas, llenas de ese espíritu que emana de un hombre que conoce su tierra y que la ha visto cambiar con el tiempo. Su casa es una sala de exposiciones permanente y es testigo fiel de ese caminar por tierras gallegas, y también por tierras hermanas portuguesas.

En cada rincón un cuadro, y en cada cuadro una historia, un recuerdo. Para él todo tiene valor artístico y así lo plasma en su arte. Su estilo es de clara tendencia realista, pero no reniega de los nuevos movimientos artísticos y ya ha hecho alguna incursión en el mundo del abstracto, del que guarda un buen sabor de boca, y que no descarta seguir practicando.

Le queda por probar todavía, ya que siente curiosidad por todos ellos porque le gusta abrir nuevos campos de trabajo; su curiosidad por aprender de todo un poco, por ser un pintor multidisciplinar, lo hace estar en contacto con todo tipo de manifestaciones artísticas y movimientos vanguardistas. De hecho, su próximo reto está en la escultura, pudiendo así trabajar más de cerca con la obra, poniendo en contacto las texturas con sus manos y sintiendo cómo va tomando forma y fuerza. Considera que toda técnica es útil para expresar sus inquietudes ante un futuro incierto, donde la globalización puede destruir la identidad cultural que hace de cada pueblo una civilización única e irrepetible.

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CRÍTICA PROFESIONAL

Galicia y Portugal en el corazón

Abalde abrió los ojos, en Vigo, donde la luz es tamizada y el aire huele a mar. Impregnó la mirada de esa realidad sencilla, de verdes y azules, donde aún funcionan los molinos de agua y la arquitectura es bella en su funcional elementalidad.

Toda esa realidad la internalizó, almacenándola en su memoria, decididamente evocadora y tras rumiarla sin prisas se decidió a transformarla en paisaje, que no es la realidad misma, sino su interpretación.

Fue cuajándola en cuadros que testimonian una realidad trascendida, a un tiempo intemporal, con ese toque sutil de nostalgia, más latente que presente, que hace de estas pinturas una invitación al diálogo con la Galicia que el desarrollo va haciendo desaparecer.

Dibujo minucioso para que el tema sea un testimonio. Más también, evocación, porque el clima, el espíritu melancólico, captable en su alegre cromatismo, a veces casi exultante, se acusa y hasta se impone.

Abalde, que alcanza el medio siglo de edad, ha recorrido Galicia y Portugal con su obra, consiguiendo éxitos que ha de reiterar en el ámbito espléndido de este castillo, desde el que se contempla la verdad descriptiva de un país que él lleva en lo más íntimo de su corazón.

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Ciudades y pueblos recreados

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exposiciones en España y Portugal

Obras en Museos y Colecciones particulares

PREMISO EN CERTÁMENES DE PINTURA

2º Premio Concurso de pintura rápida de Tui.
2º Premio Parador de Tui.
Trofeo Paradores de Faro De Vigo - Os Seus.
2º Premio Concurso de Pintura Rápida, O Grupo de Marista de O Grove.
1º Premio Cartel Fiesta de la Coca de Redondela.

Exposición monográfica: A cultura do Pan

Obra etnográfica: a través de mi obra, quiero proteger y mantener la identidad singular del pan gallego. Mis óleos son un viaje de inmersión etnográfica, desde el campo a la mesa, recorriendo cada uno de los pasos productivos del proceso del pan.